martes, 4 de mayo de 2010

Los Tres Yo

De acuerdo a la filosofía Huna, todos poseemos tres Yo:

1. El Yo Inconsciente o Inferior
2.
El Yo Consciente o Intermedio
3.
El Yo Superconsciente o Superior

Los tres Yo son aspectos de un todo; sin embargo, tienen funciones por separado y deben interactuar entre ellos para que la persona lleve una vida saludable, feliz y plena, entonces cuando por algún motivo existe algún desorden o conflicto entre ellos, el resultado puede ser una enfermedad física o mental, y condiciones ambientales o sociales alteradas.

La gran mayoría de las escuelas de la psicología aceptan la idea de un yo consciente y un yo inconsciente, aunque muy pocas se estiran hasta el hecho de aceptar un yo superconsciente. Según Huna, el superconsciente no se refiere a Dios como un ser supremo, sino que más bien un Dios Interno, nuestra conexión con la infinidad del Universo.


Los Siete Componentes del Individuo

1. El Inconsciente. Frecuentemente se le llama el "Yo Inferior" por los estudiantes de Max F. Long; "inferior" no se refiere a rango ni a valor, sino al hecho de que está oculto, subyacente.
En Huna, se le llama ku.

2. La Mente Consciente. También se le llama el "Yo Intermedio". En Huna se le llama lono o uhane.

3. El Superconsciente. El nombre que le dio Long es "Yo Superior". Sin embargo, llamar a los tres yo inferior, intermedio y superior causa problemas de comprensión porque esas denominaciones poseen distintas connotaciones. Ni siquiera la asociación típica del inconsciente con el cuerpo, el yo consciente con el cuerpo y el superconsciente con una especie de esencia espiritual flotando sobre nosotros se justifica, ni psicológicamente ni según Huna. El nombre Huna para el superconsciente es aumakua.

4. El Alma. Con un fin práctico y para simplificar las cosas, el alma normalmente no se discute porque no posee función y no puede ser entrenada. Simplemente existe. Es la esencia de tu ser, tu identidad personal, tu autoconsciencia. El término Huna es iho.

5. El Aka del individuo.

6. El Mana.

7. El cuerpo físico, o kino.
Alineación al centro
El Inconsciente o Yo Inferior

El inconsciente razona como un computador; saca conclusiones a partir de experiencias pasadas y órdenes dadas. Al contrario de lo que comúnmente se piensa, el inconsciente nunca es ilógico, irracional o irrazonable. Todo lo que hace está sujeto lógica, pero a menudo no nos damos cuenta de las instrucciones a partir de las que saca conclusiones y acciona. También puede razonar deductivamente (aplicando una idea general a situaciones específicas) o inductivamente (tomar una experiencia específica, y a partir de ésta, formular una creencia o un principio general). Un ejemplo de razonamiento deductivo puede ser una creencia aprendida de los padres de que el sexo es algo malo. A menos que esa creencia se cambie, el inconsciente actuará de acuerdo a ese principio en todas las situaciones sexuales específicas por el resto de la vida de la persona. Un ejemplo de razonamiento inductivo puede ser el de una mujer que sufrió una mala experiencia con el primer hombre de su vida, y su inconsciente, desde entonces, actúa como si todos los hombres fueran lo peor.

La memoria es una de las funciones del inconsciente; es, de hecho, su única función, porque todas sus otras funciones derivan de la memoria. Cuando decidimos recordar algo conscientemente, le estamos pidiendo cooperación a nuestro inconsciente. Si por algún motivo éste no quiere cooperar, nos encontraremos en esa situación tan común de no poder recordar algo que estamos seguros de saber.

El inconsciente siempre está comunicándose con la mente consciente, pero nuestra sociedad no le da gran importancia a este tipo de comunicación, por lo que mucha gente no sabe utilizarla. Nos habla a través de sueños, imaginación, sentimientos, sensaciones físicas y lapsus linguae.

El Yo Consciente

La palabra hawaiiana para el Yo consciente o intermedio, lono, significa conciencia, comunicación, deseo, pensamiento y logro. Uhane también contiene la idea de entregar vida y espíritu, dirección, propósito. Una de las funciones más importantes de la mente consciente es entregarle instrucciones al inconsciente. Es impresionante cuántas personas creen sinceramente que deben obedecer a su inconsciente. Si surge un sentimiento o una sensación, creen que deben actuar al respecto. Lo que realmente ocurre en estos casos es que el insconsciente entrega un mensaje y espera instrucciones. Si no hay instrucciones, el inconsciente actuará según lo acostumbrado, o bien según las instrucciones de otra persona. La mente consciente fue diseñada para mandar, pero rara vez lo hace. Gran parte de la práctica Huna se dedica a volver al orden natural en este aspecto.
El yo consciente se comunica a través del habla, la escritura, el dibujo, acciones físicas, dramatizaciones y pensamiento. Tiene la misma capacidad de razonamiento que el inconsciente, pero también puede "saltarse" el razonamiento mediante la creatividad y la espontaneidad. Tal vez el mayor talento del yo consciente es el poder imaginar lo que no existe. El inconsciente sólo puede imaginar lo que ya ha experimentado y crear nuevas combinaciones con viejas experiencias, pero el yo consciente puede crear ideas y experiencias completamente nuevas.

El Superconsciente o Yo Superior

El Yo Superior es una entidad dual, masculina y femenina al mismo tiempo. La palabra aumakua contiene la idea de un "espíritu paterno" y un "guardián". Al aumakua también se le llama el Yo Original, porque es el origen de la vida, propósito y expresión. En ese sentido es un Dios Interior, y los kahunas lo tratan como un ser interno en lugar de un espíritu que vive en el cielo o algo así.
El aumakua entrega información, consejo e inspiración, pero no da órdenes. Es muy triste ver a alguien que espera que su Yo Superior le diga qué hacer, porque eso nunca ocurrirá. Una vez que la persona decida qué hacer por sí misma, el superconsciente le entregará abundancia de ideas, conocimiento y energía para hacerlo.

El superconsciente se comunica directamente a través de los canales utilizados por los otros dos Yo, así como con inspiración directa. Cuando esto ocurre, es cuando repentinamente te das cuenta de algo, y el darse cuenta viene acompañado de una profunda sensación de paz, o entusiasmo pacífico.

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